Hoy estrenamos una nueva sección dirigida a los niños. Cuando comencé el proyecto de Fraskilandia, allá por diciembre de 2010, definí su misión de esta manera: La misión de Fraskilandia es participar en el desarrollo de la creatividad, los valores positivos y una consciencia del mundo que nos rodea. Tres elementos fundamentales, según mi opinión, para que el mundo funcione.
Está sección se centra en la consciencia del mundo que nos rodeo. Y es que creo que es algo fundamental para el desarrollo de una persona, ser capaz de ver más allá de nuestro espacio local, entender que el mundo es grande y diverso, que existen culturas, animales, continentes, más allá de nuestro barrio. Y todo esto lo haré a través de la visión de Malandrina.
Fraskilandia
Es una ciudad nómada fabricada sobre nubes. Sus habitantes, cansados de vivir en la tierra, inventaron la forma de construir nubes resistentes que aguantaran el peso de la ciudad, pero que al mismo tiempo fueran lo suficientemente livianas para poder volar. Al poder volar y desplazarse se mueve alrededor de todo el mundo, y su población se ha ido creando con habitantes de todos los países.
Malandrina
Nació, creció, y vive en la buhardilla de casa de casa de sus padres en Fraskilandia. Tiene el pelo muy largo, se hace dos recogidos a ambos lados y aún así le llega al suelo. Es muy práctico para cuando hace frio, pues se lo enrolla a modo de abrigo.
Lo que más le gusta es mirar por su telescopio los lugares por donde sobre vuelan. Lo apunta todo en una libreta donde pega las fotos que hace o encuentra y hace mapas de los sitios nuevos que conoce. Siempre que puede baja a conocer lugares nuevos para que le cuenten historias, luego las escribe en su libretas para contarlas.
Se come las nubes a escondidas, a riesgo de hacer agujeros y caer por ellos. Le encanta su sabor, entre suave y ácido, que la hace llorar.
